Blog
Versículos bíblicos sobre discipulado
- 26 junio, 2017
- Publicado por: Alberto Conti
- Categoría: Estudios Biblicos
1. ¿Qué es un discípulo?
A. Un seguidor de la doctrina y del Maestro por excelencia:
Mateo 10:24,25
El discípulo no es más que su maestro, ni el siervo más que su señor. 25 Bástale al discípulo ser como su maestro, y al siervo como su señor. (V. Lucas 6:40.)
Juan 8:31
Si ustedes obedecen Mis enseñanzas, serán verdaderamente Mis discípulos.
Juan 12:26
Si alguno quiere servirme, que me siga.
Juan 13:15
Yo les he dado el ejemplo, para que ustedes hagan lo mismo.
1 Pedro 2:21
Cristo sufrió por ustedes, dándoles un ejemplo para que sigan Sus pasos.
B. Un discípulo permanece (vive, habita) en Jesús:
Juan 15:4
Permanezcan en Mí, y Yo en ustedes.
Juan 15:9,10
Como el Padre me ha amado, así también Yo los he amado; permanezcan en Mi amor. 10 Si guardan Mis mandamientos, permanecerán en Mi amor, así como Yo he guardado los mandamientos de Mi Padre y permanezco en Su amor.
1 Juan 2:6
El que dice que permanece en Él, debe andar como Él anduvo.
1 Juan 3:24
El que guarda Sus mandamientos permanece en Dios, y Dios en él.
(V. también 2 Corintios 5:17; 1 Juan 2:5,10,24,28.)
C. Un discípulo sirve a Jesús por amor y gratitud:
Juan 14:21,23
El que recibe Mis mandamientos y los obedece, demuestra que de veras me ama. Y Mi Padre amará al que me ama, y Yo también lo amaré y me mostraré a él. 23 El que me ama, hace caso de Mi palabra; y Mi Padre lo amará, y Mi Padre y Yo vendremos a vivir con él.
Juan 21:15–17
Cuando hubieron comido, Jesús dijo a Simón Pedro: «Simón, hijo de Jonás, ¿me amas más que estos?» Le respondió: «Sí, Señor; Tú sabes que te amo». Él le dijo: «Apacienta Mis corderos». 16 Volvió a decirle la segunda vez: «Simón, hijo de Jonás, ¿me amas?» Pedro le respondió: «Sí, Señor; Tú sabes que te amo». Le dijo: «Pastorea Mis ovejas». 17 Le dijo la tercera vez: «Simón, hijo de Jonás, ¿me amas?» Pedro se entristeció de que le dijese la tercera vez: «¿Me amas?» y le respondió: «Señor, Tú lo sabes todo; Tú sabes que te amo». Jesús le dijo: «Apacienta mis ovejas».
1 Corintios 6:19,20
El cuerpo de ustedes es como un templo, y en ese templo vive el Espíritu Santo que Dios les ha dado. Ustedes no son sus propios dueños. 20 Cuando Dios los salvó, en realidad los compró, y el precio que pagó por ustedes fue muy alto. Por eso deben dedicar su cuerpo a honrar y agradar a Dios.
2 Corintios 5:14
El amor de Cristo nos apremia.
Efesios 5:1,2
Ustedes, como hijos amados de Dios, procuren imitarlo. 2 Traten a todos con amor, de la misma manera que Cristo nos amó y se entregó por nosotros.
Filipenses 1:21
Para mí el vivir es Cristo, y el morir es ganancia.
(V. también Éxodo 21:5,6.)
2. La misión de un discípulo
A. Ganar almas («llevar fruto»):
Juan 15:8
En esto se muestra la gloria de Mi Padre, en que den mucho fruto y lleguen así a ser verdaderos discípulos Míos.
Mateo 4:19
Jesús les dijo: «Síganme. En lugar de pescar peces, les voy a enseñar a ganar seguidores para Mí».
Marcos 16:15
Vayan por todo el mundo y prediquen el evangelio a toda criatura.
(V. también Mateo 7:20; Romanos 7:4.)
B. Preparar más discípulos:
Mateo 28:19
Vayan, pues, a las gentes de todas las naciones, y háganlas Mis discípulos.
2 Timoteo 2:2
Tú has oído lo que les he enseñado a muchas personas. Ahora quiero que enseñes eso mismo a cristianos en los que puedas confiar y que sean capaces de enseñar a otros.
(V. también Hechos 20:20.)
3. Entrega al Señor
A. Abandonar otros intereses para seguir a Jesús:
Mateo 13:44
El reino de los cielos es semejante a un tesoro escondido en un campo, el cual un hombre halla y lo esconde de nuevo; y gozoso por ello va y vende todo lo que tiene y compra aquel campo.
Mateo 13:45,46
El reino de los cielos es semejante a un comerciante que busca buenas perlas, 46 y al hallar una perla preciosa, fue y vendió todo lo que tenía y la compró.
Lucas 14:33
Cualquiera […] que no renuncia a todo […] no puede ser Mi discípulo.
B. Tener claro que lo espiritual tiene precedencia sobre lo material:
Mateo 6:19,20
No acumulen para sí tesoros en la tierra, donde la polilla y la herrumbre destruyen, y donde ladrones penetran y roban; 20 sino acumulen tesoros en el cielo, donde ni la polilla ni la herrumbre destruyen, y donde ladrones no penetran ni roban.
Marcos 10:21
Ve, vende todo lo que tienes, y da a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo; y ven, sígueme, tomando tu cruz.
Lucas 12:15
La vida del hombre no consiste en la abundancia de los bienes que posee.
Filipenses 3:8
Estimo como pérdida todas las cosas en vista del incomparable valor de conocer a Cristo Jesús, mi Señor. Por Él lo he perdido todo, y lo considero como basura a fin de ganar a Cristo.
(V. también Mateo 19:22; Lucas 12:33.)
C. Renunciar a las ambiciones mundanas y materialistas:
Mateo 6:24
Nadie puede servir a dos amos, porque odiará a uno y querrá al otro, o será fiel a uno y despreciará al otro. No se puede servir a Dios y a las riquezas.
Marcos 4:19
Las preocupaciones del mundo, y el engaño de las riquezas, y los deseos de las demás cosas entran y ahogan la palabra, y se vuelve estéril.
Marcos 10:17–25
[Jesús pone a prueba a un joven rico pidiéndole que renuncie a todo.]
Juan 6:27
No trabajen por la comida que se acaba, sino por la comida que permanece y que les da vida eterna.
2 Timoteo 2:4
El soldado en servicio activo no se enreda en los negocios de la vida diaria, a fin de poder agradar al que lo reclutó como soldado.
Hebreos 12:1
Despojémonos de todo peso y del pecado que nos asedia, y corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante.
(V. también 2 Corintios 6:17).
D. Primero se debe considerar lo que se habrá de sacrificar:
Lucas 14:27–32
El que no toma su propia cruz y me sigue, no puede ser Mi discípulo. 28 Si alguno de ustedes quiere construir una torre, ¿acaso no se sienta primero a calcular los gastos, para ver si tiene con qué terminarla? 29 De otra manera, si pone los cimientos y después no puede terminarla, todos los que lo vean comenzarán a burlarse de él, 30 diciendo: «Este hombre empezó a construir, pero no pudo terminar». 31 O si algún rey tiene que ir a la guerra contra otro rey, ¿acaso no se sienta primero a calcular si con diez mil soldados puede hacer frente a quien va a atacarlo con veinte mil? 32 Y si no puede hacerle frente, cuando el otro rey esté todavía lejos, le mandará mensajeros a pedir la paz.
Proverbios 24:6
Con dirección sabia harás la guerra, y en la abundancia de consejeros está la victoria.
E. Hay que comprometerse y no mirar atrás:
Filipenses 3:13,14
Olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante, 14 prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús.
Hebreos 11:27
Por fe, Moisés se fue de la tierra de Egipto, sin miedo al enojo del rey; y se mantuvo firme en su propósito, como si viera al Dios invisible.
F. Algunos tomaron repentinamente la decisión de seguir a Jesús:
Mateo 9:9
Jesús […] vio a un hombre llamado Mateo, que estaba sentado cobrando impuestos para el gobierno de Roma. Entonces Jesús le dijo: «Sígueme». Mateo se levantó y lo siguió.
Juan 4:35
¿No dicen ustedes: «Todavía faltan cuatro meses, y después viene la siega»? Pero Yo les digo: alcen sus ojos y vean los campos que ya están blancos para la siega.
G. Las demoras y pretextos pueden resultar en que nunca sirvamos a Dios:
Lucas 9:59–62
Jesús le dijo a otro: «Sígueme». Pero él respondió: «Señor, déjame ir primero a enterrar a mi padre». 60 Jesús le contestó: «Deja que los muertos entierren a sus muertos; tú ve y anuncia el reino de Dios». 61 Otro le dijo: «Señor, quiero seguirte, pero primero déjame ir a despedirme de los de mi casa». 62 Jesús le contestó: «El que pone la mano en el arado y sigue mirando atrás, no sirve para el reino de Dios».
H. A algunos les tomó más tiempo considerar seriamente su decisión:
Pedro y Andrés conocieron a Jesús en el Jordán (Juan 1:37–42); posteriormente, lo acompañaron de regreso a Galilea (Juan 1:43, 2:1,2); poco después Él los llamó, y entonces sí renunciaron a todo para seguirlo con plena dedicación (Mateo 4:18–22; Marcos 1:16–20).
4. Diversas clases de discípulos
A. Algunos discípulos sirven a Dios sin renunciar a su posición social:
Mateo 27:57
Vino un hombre rico de Arimatea, llamado José, que también se había convertido en discípulo de Jesús.
Juan 19:38,39
José de Arimatea, que era discípulo de Jesús, pero secretamente por miedo de los judíos, rogó a Pilato que le permitiese llevarse el cuerpo de Jesús; y Pilato se lo concedió. Entonces vino, y se llevó el cuerpo de Jesús. 39 También Nicodemo, el que antes había visitado a Jesús de noche, vino trayendo un compuesto de mirra y de áloes, como cien libras.
Hechos 9:36,37,39
En el puerto de Jope vivía una seguidora de Jesús llamada Tabitá. Su nombre griego era Dorcas, que significa gacela. Tabitá siempre servía a los demás y ayudaba mucho a los pobres. 37 Por esos días Tabitá se enfermó y murió. 39 Pedro se fue a Jope […]. Al llegar, lo llevaron adonde estaba el cuerpo de Tabitá. Muchas viudas se acercaron llorosas a Pedro, y todas le mostraban los vestidos y los mantos que Tabitá les había hecho cuando aún vivía.
B. Algunos discípulos tenían una posición social muy elevada:
Marcos 15:43
Vino José de Arimatea, miembro prominente del Concilio. (V. también Lucas 23:50,51.)
Hechos 19:31
Entre las autoridades de Asia había algunos amigos de Pablo.
Hechos 10:24,44–48
[Cornelio el centurión, sus parientes y amigos.]
Romanos 16:23
Erasto, el tesorero de la ciudad, los saluda.
C. Un discípulo debe ser dadivoso:
Lucas 8:3
Juana, mujer de Chuza, mayordomo de Herodes; Susana y muchas otras […] de sus bienes personales contribuían al sostenimiento de ellos.
Hechos 11:29
Los seguidores de Jesús en Antioquía se pusieron de acuerdo para ayudar a los cristianos en la región de Judea. Cada uno dio según lo que podía.
2 Corintios 8:14,15
Ahora ustedes tienen mucho, y deben ayudar a los que tienen poco. Puede ser que, en otro momento, ellos tengan mucho y los ayuden a ustedes. De esta manera habrá igualdad. 15 Como dice la Biblia: «Al que juntó mucho no le sobró nada. Al que juntó poco, no le faltó nada».
1 Timoteo 6:17,18
A los ricos de este mundo manda que no sean altivos ni pongan la esperanza en las riquezas, las cuales son inciertas, sino en el Dios vivo, que nos da todas las cosas en abundancia para que las disfrutemos. 18 Que hagan bien, que sean ricos en buenas obras, dadivosos y generosos.
D. Los discípulos no deben pretender tener la exclusiva de servir a Dios:
Lucas 9:49,50
Juan le dijo: «Maestro, hemos visto a uno que expulsaba demonios en Tu nombre; y tratamos de impedírselo, porque no es de los nuestros». 50 Jesús le contestó: «No se lo prohíban, porque el que no está contra nosotros, está a nuestro favor».
E. No todos están preparados para prestar la misma clase de servicio:
Marcos 5:18–20
Al volver Jesús a la barca, el hombre que había estado endemoniado le rogó que lo dejara ir con Él. 19 Pero Jesús no se lo permitió, sino que le dijo: «Vete a tu casa, con tus parientes, y cuéntales todo lo que el Señor te ha hecho, y cómo ha tenido compasión de ti». 20 El hombre se fue, y comenzó a contar por los pueblos de Decápolis lo que Jesús había hecho por él; y todos se quedaron admirados. (V. también Lucas 8:38,39.)
Juan 6:53–61,66
[Jesús descartaba a los débiles que no lo seguían con verdadero ánimo de servirlo.]
Mateo 22:14
Muchos son llamados, y pocos escogidos.
(V. también Jeremías 12:5 y Mateo 13:47,48.)
F. Diversos grados de apostolado:
- Los tres discípulos más íntimos (Marcos 9:2, 14:32,33)
- Los doce apóstoles (Marcos 3:13–19)
- Los setenta (Lucas 10:1)
- La multitud de los discípulos (Lucas 19:37)
5. Ser discípulo significa ofrecérselo todo a Dios
A. Nuestra vida, planes y ambiciones deben quedar en un segundo plano:
Mateo 16:25
Todo el que pierda su vida por causa de Mí, la hallará.
Lucas 14:26
Si alguno viene a Mí, y no aborrece […] su propia vida, no puede ser Mi discípulo.
Mateo 6:21
Donde esté tu tesoro, allí estará también tu corazón.
2 Corintios 5:15
Si Cristo murió por nosotros, entonces ya no debemos vivir más para nosotros mismos, sino para Cristo, que murió y resucitó para darnos vida.
B. Es una vida que entraña sacrificios:
Mateo 6:33
Busquen primero [el] reino [de Dios] y Su justicia, y todas estas cosas les serán añadidas.
Mateo 10:38
El que no toma su cruz, y sigue en pos de Mí, no es digno de Mí.
Mateo 16:24
Si alguno quiere ser discípulo Mío, olvídese de sí mismo, cargue con su cruz y sígame.
Marcos 10:21
Ven, sígueme, tomando tu cruz.
Juan 12:24,25
Les aseguro que si el grano de trigo al caer en tierra no muere, queda él solo; pero si muere, da abundante cosecha. 25 El que ama su vida, la perderá; pero el que desprecia su vida en este mundo, la conservará para la vida eterna.
6. La senda que ha de seguir un discípulo
A. Un discípulo acata la voluntad de Dios:
Números 22:18
Aunque Balac me diera todo el oro y la plata que caben en su palacio, yo no podría hacer nada, ni grande ni pequeño, que fuera contra las órdenes del Señor mi Dios.
Lucas 6:46
¿Por qué ustedes me llaman: «Señor, Señor», y no hacen lo que Yo digo?
Juan 2:5
Hagan todo lo que Él les diga.
Juan 8:31
Si ustedes obedecen Mis enseñanzas, serán verdaderamente Mis discípulos.
Apocalipsis 14:4
Siguen al Cordero por dondequiera que va.
B. Un discípulo imita a los que observan una buena conducta y ofrecen orientación inspirada por Dios:
1 Corintios 11:1
Sean imitadores de mí, como también yo lo soy de Cristo.
Filipenses 3:17
Hermanos, sean imitadores míos, y observen a los que andan según el ejemplo que tienen en nosotros.
1 Tesalonicenses 1:6
Ustedes llegaron a ser imitadores de nosotros y del Señor, habiendo recibido la palabra.
Hebreos 13:7
Acuérdense de sus guías que les hablaron la palabra de Dios, y considerando el resultado de su conducta, imiten su fe.
C. Un discípulo sigue a Dios, así no entienda todos los detalles:
Juan 21:21,22
Pedro, al verlo, dijo a Jesús: «Señor, ¿y este, qué?» 22 Jesús le dijo: «Si Yo quiero que él se quede hasta que Yo venga, ¿a ti, qué? Tú, sígueme».
2 Corintios 5:7
Por fe andamos, no por vista.
Hebreos 11:8
Por la fe Abraham, al ser llamado, obedeció, saliendo para un lugar que había de recibir como herencia; y salió sin saber adónde iba.
D. Un discípulo cambia y se adapta:
Lucas 9:3
No lleven nada para el camino: ni bastón, ni bolsa, ni pan, ni dinero, ni ropa de repuesto.
Lucas 22:35,36
«Cuando los envié sin bolsa, ni alforja, ni sandalias, ¿acaso les faltó algo?» «No, nada», contestaron ellos. 36 Entonces les dijo: «Pero ahora, el que tenga una bolsa, que la lleve consigo, de la misma manera también una alforja, y el que no tenga espada, venda su manto y compre una».
E. Un discípulo ama a los demás discípulos y trabaja en armonía con ellos:
Juan 13:35
En esto conocerán todos que son Mis discípulos, si se tienen amor los unos a los otros.
Filipenses 1:27
Quiero estar seguro de que todos ustedes viven muy unidos y se ponen de acuerdo en todo, y que luchan unidos por anunciar la buena noticia.
7. La vida de un discípulo
A. Da abnegadamente y no considera nada como propio:
Mateo 5:42
A cualquiera que te pida algo, dáselo; y no le vuelvas la espalda al que te pida prestado.
Lucas 3:11
El que tiene dos túnicas, dé al que no tiene; y el que tiene qué comer, haga lo mismo.
Lucas 6:30
A cualquiera que te pida, dale; y al que tome lo que es tuyo, no pidas que te lo devuelva.
Hechos 2:44,45
Todos los que habían creído estaban juntos y tenían en común todas las cosas: 45 vendían sus propiedades y sus bienes y lo repartían a todos según la necesidad de cada uno.
Hechos 4:32–35
La multitud de los que habían creído era de un corazón y un alma. Ninguno decía ser suyo propio nada de lo que poseía, sino que tenían todas las cosas en común. 33 Y con gran poder los apóstoles daban testimonio de la resurrección del Señor Jesús, y abundante gracia era sobre todos ellos. 34 Así que no había entre ellos ningún necesitado, porque todos los que poseían heredades o casas, las vendían, y traían el producto de lo vendido 35 y lo ponían a los pies de los apóstoles; y se repartía a cada uno según su necesidad.
1 Timoteo 6:7,8
Nada trajimos a este mundo, y nada podremos llevarnos; 8 si tenemos qué comer y con qué vestirnos, ya nos podemos dar por satisfechos.
(V. también Lucas 9:23–26.)
B. Está dispuesto a sufrir penalidades:
Lucas 9:57,58
Uno le dijo en el camino: «Señor, te seguiré adondequiera que vayas». 58 Y le dijo Jesús: «Las zorras tienen guaridas, y las aves de los cielos nidos; mas el Hijo del Hombre no tiene dónde recostar la cabeza».
2 Timoteo 2:3
Sufre penalidades conmigo, como buen soldado de Cristo Jesús.
(V. también 2 Corintios 11:23–28.)
C. Sufre de buena gana persecución:
Filipenses 1:29
Dios les ha dado a ustedes el privilegio de confiar en Cristo, y también de sufrir por Él.
2 Timoteo 3:12
Es cierto que todos los que quieren llevar una vida piadosa en unión con Cristo Jesús sufrirán persecución.
Hechos 15:26
Estos hombres han arriesgado su vida por el nombre de nuestro Señor Jesucristo.
(V. también Juan 16:33.)
D. Es ardoroso y entusiasta:
Eclesiastés 9:10
Todo lo que esté en tu mano hacer, hazlo con todo empeño.
Gálatas 4:18
Bueno es mostrar celo en lo bueno siempre.
Apocalipsis 3:15
Ojalá fueses frío o caliente.
8. Beneficios de ser un discípulo
A. Es un privilegio:
Salmo 4:3
Sepan, pues, que el Señor ha apartado al piadoso para Sí.
Mateo 22:14
Muchos son llamados, y pocos escogidos.
Filipenses 3:14
Prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús.
2 Timoteo 1:9
Nos salvó y llamó con llamamiento santo.
(V. también Mateo 11:25; 13:16,17; Lucas 8:10.)
B. Recompensas por servir a Jesús:
Mateo 10:39
El que pierde su vida por causa de Mí, la hallará.
Mateo 19:27–29
«Nosotros lo hemos dejado todo y te hemos seguido; ¿qué, pues, recibiremos?» 28 Jesús les dijo: «En verdad les digo que ustedes que me han seguido, en la regeneración, cuando el Hijo del Hombre se siente en el trono de Su gloria, ustedes se sentarán también sobre doce tronos para juzgar a las doce tribus de Israel. 29 Y todo el que haya dejado casas, o hermanos, o hermanas, o padre, o madre, o hijos o tierras por Mi nombre, recibirá cien veces más, y heredará la vida eterna».
Marcos 10:28–30
«Nosotros lo hemos dejado todo y te hemos seguido». 29 Jesús respondió: «En verdad les digo, que no hay nadie que haya dejado casa, o hermanos, o hermanas, o madre, o padre, o hijos o tierras por causa de Mí y por causa del evangelio, 30 que no reciba cien veces más ahora en este tiempo: casas, y hermanos, y hermanas, y madres, e hijos, y tierras junto con persecuciones; y en el siglo venidero, la vida eterna».
Lucas 12:33
Vendan sus posesiones y den limosnas; háganse bolsas que no se deterioran, un tesoro en los cielos que no se agota, donde no se acerca ningún ladrón ni la polilla destruye.
Juan 12:26
Si alguno me sirve, Mi Padre lo honrará.
1 Corintios 2:9
Para aquellos que lo aman, Dios ha preparado cosas que nadie jamás pudo ver, ni escuchar ni imaginar.
(V. también Mateo 5:10–12; 16:25,27; Juan 12:25; 2 Timoteo 2:12).
C. Los fieles vencedores serán recompensados:
Apocalipsis 2:26–28
Al vencedor que guarde Mis obras hasta el fin, Yo le daré autoridad sobre las naciones; 27 las regirá con vara de hierro y serán quebradas como un vaso de alfarero; como Yo también la he recibido de Mi Padre. 28 Y le daré la estrella de la mañana.
Apocalipsis 3:21
Al vencedor le concederé que se siente conmigo en Mi trono, así como Yo he vencido y me he sentado con Mi Padre en Su trono.
Mateo 25:14–29
[Parábola de los talentos. Los que duplicaron lo que habían recibido fueron premiados.]
Lucas 12:42–44
¿Quién es el mayordomo fiel y atento, a quien su amo deja encargado de los de su casa, para darles de comer a su debido tiempo? 43 Dichoso el criado a quien su amo, cuando llega, lo encuentra cumpliendo con su deber. 44 De veras les digo que el amo lo pondrá como encargado de todos sus bienes. (V. también Lucas 12:35–38.)
Lucas 19:12–26
[Parábola del noble que repartió dinero entre sus siervos y luego los recompensó según lo que habían hecho con él.]
9. Últimas palabras y oración de Jesús por Sus discípulos
(V. Juan, capítulos 14–17; Hechos 1:8.)
Publicado en Tour temático de la Biblia: Vida cristiana
© Aurora Production AG, Suiza, 2012