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Versículos bíblicos sobre unidad
- 26 junio, 2017
- Publicado por: Alberto Conti
- Categoría: Estudios Biblicos

«¡Vean qué bueno y agradable es que los hermanos vivan unidos!» (Salmo 133:1).
1. ¿Unión o desunión?
A. El Señor quiere que estemos unidos:
1 Corintios 1:10
Les ruego, hermanos, por el nombre de nuestro Señor Jesucristo, que todos se pongan de acuerdo, y que no haya divisiones entre ustedes, sino que estén enteramente unidos en un mismo sentir y en un mismo parecer.
2 Corintios 13:11
Sean de un mismo sentir, vivan en paz, y el Dios de amor y paz estará con ustedes.
Filipenses 1:27
Compórtense de una manera digna del evangelio de Cristo, de modo que […] pueda oír que ustedes están firmes en un mismo espíritu, luchando unánimes por la fe del evangelio.
B. Lo que el Señor piensa de la desunión:
Proverbios 6:16,19
Seis cosas hay que el Señor odia, y siete son abominación para Él: 19 […] el que siembra discordia entre hermanos.
Santiago 3:14,15
Si ustedes dejan que la envidia les amargue el corazón, y hacen las cosas por rivalidad, entonces no tienen de qué enorgullecerse y están faltando a la verdad. 15 Porque esta sabiduría no es la que viene de Dios, sino que es sabiduría de este mundo, de la mente humana y del diablo mismo.
2. Qué hacer para conservar la unidad
Efesios 4:3
Procuren mantener la unidad que proviene del Espíritu Santo, por medio de la paz que une a todos.
A. Que la Palabra sea lo que nos unifique:
Filipenses 3:16
Sigamos una misma regla, sintamos una misma cosa.
B. Procuremos la armonía:
Romanos 15:5,6
Es Dios quien nos da paciencia y nos anima. A Él le pido que los ayude a ustedes a llevarse bien con todos, siguiendo el ejemplo de Jesucristo. 6 Así, todos juntos podrán alabar a Dios el Padre.
Romanos 12:16
Vivan en armonía unos con otros. No sean orgullosos, sino pónganse al nivel de los humildes. No presuman de sabios.
1 Corintios 1:10
Les ruego que todos estén siempre de acuerdo y que no haya divisiones entre ustedes. Vivan en armonía, pensando y sintiendo de la misma manera.
Filipenses 2:2
Sintiendo lo mismo, teniendo el mismo amor, unánimes, sintiendo una misma cosa.
(V. también Hechos 2:46; Filipenses 4:2.)
C. Vivamos en paz con los demás:
Romanos 14:19
Sigamos lo que contribuye a la paz y a la mutua edificación.
1 Tesalonicenses 5:13
Vivan en paz los unos con los otros.
D. Amemos a los demás y preocupémonos por ellos:
Proverbios 10:12
El odio provoca peleas, pero el amor perdona todas las faltas.
Romanos 12:10
Sean afectuosos unos con otros con amor fraternal; con honra, dándose preferencia unos a otros. (V. también 1 Tesalonicenses 2:7,8.)
1 Corintios 12:25,26
Que no haya divisiones en el cuerpo, sino que todos los miembros se preocupen los unos por los otros. 26 De manera que si un miembro padece, todos los miembros se duelen con él, y si un miembro recibe honra, todos los miembros con él se gozan.
Efesios 4:16
Por Cristo el cuerpo entero se ajusta y se liga bien mediante la unión entre sí de todas sus partes; y cuando cada parte funciona bien, todo va creciendo y edificándose en amor.
E. Seamos buenos, humildes y corteses con los demás:
Efesios 4:32
Sean buenos y compasivos unos con otros, y perdónense mutuamente, como Dios los perdonó a ustedes en Cristo.
2 Timoteo 2:24
Un servidor de Dios no debe andar en peleas. Por el contrario, debe ser bueno con todos, saber enseñar, y tener mucha paciencia.
1 Pedro 3:8
Vivan todos ustedes en armonía, unidos en un mismo sentir y amándose como hermanos. Sean bondadosos y humildes.
1 Corintios 11:33
Cuando se reúnan para comer, espérense unos a otros.
(V. también Proverbios 18:24.)
F. Aceptemos a las personas como son:
Romanos 14:1
Reciban bien al que es débil en la fe, y no entren en discusiones con él.
(V. también Romanos 14:2–21.)
G. Evitemos ofender a la gente:
1 Corintios 10:32,33
No sean motivo de tropiezo ni a judíos, ni a griegos, ni a la iglesia de Dios; 33 así como también yo procuro agradar a todos en todo, no buscando mi propio beneficio, sino el de muchos.
Proverbios 18:19
Más se cierra el hermano ofendido que una ciudad amurallada.
H. Tengamos cuidado con lo que decimos:
2 Timoteo 2:23
No hagas caso de discusiones que no tienen ton ni son; ya sabes que terminan en peleas.
Tito 3:2
Que no hablen mal de nadie, que sean pacíficos y bondadosos, y que se muestren humildes de corazón en su trato con todos.
(V. también Santiago 3:16,17; Eclesiastés 5:2.)
I. No perdamos los estribos; seamos tardos para hablar:
Proverbios 14:29
Ser paciente es muestra de mucha inteligencia; ser impaciente es muestra de gran estupidez.
Proverbios 15:1
La respuesta amable calma el enojo; la respuesta violenta lo excita más.
Proverbios 15:18
El que tarda en airarse apacigua la rencilla.
Proverbios 25:8
No entres apresuradamente en pleito.
Filipenses 2:3
No hagan nada por rivalidad o por orgullo.
Santiago 1:19
Todos ustedes deben estar listos para escuchar; en cambio deben ser lentos para hablar y para enojarse.
(V. también Proverbios 3:30; 26:17.)
J. Antes que nada, reconciliémonos:
Mateo 5:23,24
Reconcíliate primero con tu hermano, y entonces vuelve y presenta tu ofrenda. 24 Ponte de acuerdo pronto con tu adversario, entre tanto que estás con él en el camino, no sea que el adversario te entregue al juez, y el juez al guardia, y seas echado en la cárcel.
Marcos 11:25
Cuando estén orando, perdonen si tienen algo contra alguien.
Santiago 5:9
No se quejen unos contra otros, para que no sean juzgados.
K. Evitemos la parcialidad y los favoritismos:
1 Timoteo 5:21
Te encarezco […] que guardes estas cosas sin prejuicios, no haciendo nada con parcialidad. (V. también Santiago 3:17.)
Santiago 2:1
Ustedes, hermanos míos, que creen en nuestro glorioso Señor Jesucristo, no deben hacer discriminaciones entre una persona y otra.
L. Antepongamos la paz a los intereses egoístas:
Romanos 14:19,21
Busquemos todo lo que conduce a la paz y a la edificación mutua. 21 Es mejor no […] hacer nada que sea causa de que tu hermano tropiece.
Romanos 12:18
Hagan todo lo posible por vivir en paz con todo el mundo.
(V. también 1 Corintios 6:7; Filipenses 2:4.)
M. Compartamos con los demás sin egoísmo:
Hechos 4:32
La multitud de los que habían creído era de un corazón y un alma; y ninguno decía ser suyo propio nada de lo que poseía, sino que tenían todas las cosas en común.
(V. también 1 Corintios 10:33; 2 Corintios 8:9.)
N. Haz el bien aunque te hayan ofendido:
Mateo 5:44
Amen a sus enemigos y oren por quienes los maltratan.
Romanos 12:21
No seas vencido de lo malo; mas vence con el bien el mal.
1 Tesalonicenses 5:15
Tengan cuidado de que ninguno pague a otro mal por mal. Al contrario, procuren hacer siempre el bien, tanto entre ustedes mismos como a todo el mundo.
O. Está prohibido vengarse:
(V. Levítico 19:18; Proverbios 20:22; 24:29; Romanos 12:17–20; 1 Pedro 3:9.)
3. Frutos de la unidad
A. Trabajar unidos por un ideal común:
Jueces 20:11
Se juntaron, pues, todos los hombres de Israel contra la ciudad, ligados como un solo hombre.
1 Samuel 14:6,7
Jonatán dijo a su ayudante: «Anda, vamos al otro lado […]». 7 «Haz todo lo que tengas en mente, que estoy dispuesto a apoyarte en tus propósitos», respondió su ayudante.
Amós 3:3
¿Andan [o trabajan] dos hombres juntos si no se han puesto de acuerdo?
Mateo 18:19,20
Si dos de ustedes se ponen de acuerdo sobre cualquier cosa que pidan aquí en la tierra, les será hecho por Mi Padre que está en los cielos. 20 Porque donde están dos o tres reunidos en Mi nombre, allí estoy Yo en medio de ellos.
Filipenses 1:27
Firmes en un mismo espíritu, unánimes combatiendo juntamente por la fe del evangelio.
B. La unión hace la fuerza:
Eclesiastés 4:9,10
Más valen dos que uno, pues mayor provecho obtienen de su trabajo. 10 Y si uno de ellos cae, el otro lo levanta. ¡Pero ay del que cae estando solo, pues no habrá quien lo levante!
Eclesiastés 4:12
Si alguien puede prevalecer contra el que está solo, dos lo resistirán. Un cordel de tres hilos no se rompe fácilmente.
(V. también Nehemías 4:16,17.)
C. El buen fruto de testificar en unidad:
Hechos 2:1,2,4,14,21,41
Cuando llegó la fiesta de Pentecostés, todos los creyentes se encontraban reunidos en un mismo lugar. 2 De repente, un gran ruido que venía del cielo, como de un viento fuerte, resonó en toda la casa donde ellos estaban. 4 Y todos quedaron llenos del Espíritu Santo. 14 Entonces Pedro se puso de pie junto con los otros once apóstoles, y con voz fuerte dijo: «[…] Todos los que viven en Jerusalén, […] oigan bien lo que les voy a decir. […] 21 Todos los que invoquen el nombre del Señor, alcanzarán la salvación». 41Los que hicieron caso de su mensaje fueron bautizados; y aquel día se agregaron a los creyentes unas tres mil personas.
4. Unidad de los creyentes en Cristo
A. Oración de Jesús por nuestra unidad:
Juan 17:11,21–23
Ya no estoy en el mundo; pero estos están en el mundo, y Yo voy a Ti. Padre santo, a los que me has dado, guárdalos en Tu nombre, para que sean uno, así como Nosotros. 21 Para que todos sean uno; como Tú, oh Padre, en Mí, y Yo en Ti, que también ellos sean uno en Nosotros. 22 Yo les he dado la gloria que me diste, para que sean uno, así como Nosotros somos uno. 23 Yo en ellos y Tú en Mí, para que sean perfectos en unidad, para que el mundo conozca que Tú me enviaste, y que los has amado a ellos como también a Mí me has amado.
B. Debemos ser un solo cuerpo y trabajar unidos, en concordia:
Romanos 12:5
Nosotros, siendo muchos, somos un cuerpo en Cristo, y todos miembros los unos de los otros.
1 Corintios 12:12,13
El cuerpo humano, aunque está formado por muchos miembros, es un solo cuerpo. Así también Cristo. 13 Y de la misma manera, todos nosotros, judíos o no judíos, esclavos o libres, fuimos bautizados para formar un solo cuerpo por medio de un solo Espíritu; y a todos se nos dio a beber de ese mismo Espíritu. (V. también 1 Corintios 10:17.)
1 Corintios 12:27
Ustedes son el cuerpo de Cristo, y cada uno de ustedes es un miembro con su función particular.
Efesios 2:22
En Cristo también ustedes son juntamente edificados para morada de Dios en el Espíritu. (V. también Efesios 2:19–21; 4:11,12; 1 Corintios 12:4–16.)
Colosenses 1:17,18
Cristo existía antes de todas las cosas. Por medio de Él, todo se mantiene en orden, 18 y Él gobierna a Su iglesia y le da vida. Él es la cabeza y la iglesia es Su cuerpo. (V. también Efesios 4:15,16.)
Colosenses 2:2
Que sean confortados sus corazones, unidos en amor.
(V. también 1 Corintios 3:9; 2 Corintios 6:1.)
C. Eso no quita que pueda haber diversidad de dones, de ministerios, de experiencias y de enfoques dentro de la unidad:
1 Corintios 12:14–21
Un cuerpo no se compone de un solo miembro, sino de muchos. 15 Si el pie dijera: «Como no soy mano, no soy del cuerpo», no por eso dejaría de ser del cuerpo. 16 Y si la oreja dijera: «Como no soy ojo, no soy del cuerpo», no por eso dejaría de ser del cuerpo. 17 Si todo el cuerpo fuera ojo, no podríamos oír. Y si todo el cuerpo fuera oído, no podríamos oler. 18 Pero Dios ha puesto cada miembro del cuerpo en el sitio que mejor le pareció. 19 Si todo fuera un solo miembro, no habría cuerpo. 20 Lo cierto es que, aunque son muchos los miembros, el cuerpo solo es uno. 21 El ojo no puede decirle a la mano: «No te necesito»; ni la cabeza puede decirles a los pies: «No los necesito».
Colosenses 3:14,15
Sobre todo revístanse de amor, que es el lazo de la perfecta unión. 15 Y que la paz de Cristo reine en sus corazones, porque con este propósito los llamó Dios a formar un solo cuerpo.
(V. también 1 Corintios, capítulos 12 y 13.)
D. El Espíritu de Jesús nos da paz entre nosotros:
1 Corintios 14:33
Dios no es Dios de confusión, sino de paz, como en todas las iglesias.
2 Corintios 13:11
Deseo que vivan felices y que busquen la perfección en su vida. Anímense y vivan en armonía y paz; y el Dios de amor y de paz estará con ustedes.
Gálatas 5:22
El fruto del Espíritu es […] paz.
Efesios 2:14
Cristo es nuestra paz. Él hizo de judíos y de no judíos un solo pueblo, destruyó el muro que los separaba y anuló en Su propio cuerpo la enemistad que existía.
E. No debería haber divisiones por motivos de raza, de sexo o de posición social o económica:
Gálatas 3:26,28
Todos ustedes son hijos de Dios mediante la fe en Cristo Jesús. 28 No hay judío ni griego; no hay esclavo ni libre; no hay hombre ni mujer, porque todos son uno en Cristo Jesús.
5. Causas de la desunión
A. Soberbia y codicia:
Proverbios 13:10
Ciertamente la soberbia produce discordia.
Proverbios 28:25
El hombre arrogante provoca rencillas.
Santiago 4:1–3
¿Saben por qué hay guerras y pleitos entre ustedes? ¡Pues porque no saben dominar su egoísmo y su maldad! 2 Son tan envidiosos que quisieran tenerlo todo, y cuando no lo pueden conseguir, son capaces hasta de pelear, matar y promover la guerra. ¡Pero ni así pueden conseguir lo que quisieran! Ustedes no tienen, porque no se lo piden a Dios. 3 Y cuando piden, lo hacen mal, porque lo único que quieren es satisfacer sus malos deseos.
B. No andar en el Espíritu:
1 Corintios 3:3
Todavía son carnales. Pues habiendo celos y discusiones entre ustedes, ¿no son carnales y andan como hombres del mundo?
Gálatas 5:19–21
Las obras de la carne son evidentes, las cuales son: […] 20 […] enemistades, pleitos, celos, enojos, rivalidades, disensiones, herejías, 21 envidias […] y cosas semejantes, contra las cuales les advierto, como ya se lo he dicho antes, que los que practican tales cosas no heredarán el reino de Dios.
C. Ofensas y odios:
Proverbios 10:12
El odio provoca peleas, pero el amor perdona todas las faltas.
Proverbios 16:28
El hombre perverso levanta contienda; y el chismoso aparta los mejores amigos.
Proverbios 26:24
El que odia, lo disimula cuando habla, pero en su interior hace planes malvados.
D. Envidia y celos:
Romanos 13:13
Andemos como de día, honestamente; […] no en contiendas y envidia.
1 Corintios 13:4
El amor es paciente, es bondadoso. El amor no tiene envidia.
Gálatas 5:26
No seamos orgullosos, ni sembremos rivalidades y envidias entre nosotros.
Santiago 3:14,16
Si ustedes dejan que la envidia les amargue el corazón, y hacen las cosas por rivalidad, entonces no tienen de qué enorgullecerse y están faltando a la verdad. 16 Donde hay envidias y rivalidades, hay también desorden y toda clase de maldad.
(V. también Proverbios 14:30; 27:4; Gálatas 5:19–21; Tito 3:3.)
E. Favoritismo y parcialidad:
Hechos 6:1
Hubo murmuración de los griegos contra los hebreos, de que sus viudas eran menospreciadas en el ministerio cotidiano.
F. Ambición, deseo de tener una posición importante:
Números 12:1–15
[María y Aarón se rebelan contra Moisés porque desean poder.]
Números 16:1–35
[Coré se rebela contra Moisés movido por sus ansias de ser líder.]
Lucas 22:24
Los discípulos empezaron a discutir sobre quién de ellos sería el más importante.
Hechos 20:30
De entre ustedes mismos se levantarán algunos hablando cosas perversas para arrastrar a los discípulos tras ellos.
3 Juan 9–11
Yo escribí una carta a la iglesia, pero Diótrefes no acepta mi autoridad, pues le gusta mandar. 10 Por eso, cuando yo vaya a visitarlos, le llamaré la atención, porque anda hablando mal de nosotros. Y no solo eso, sino que tampoco recibe a los seguidores de Cristo que llegan de otras partes. Y si alguien quiere recibirlos en su casa, se lo prohíbe y lo echa de la iglesia. 11 Amado hermano […], no sigas el ejemplo de los que hacen el mal, sino el ejemplo de los buenos. El que hace lo bueno es parte de la familia de Dios, pero el que hace lo malo nunca ha visto a Dios.
G. Teorizar y discutir acerca de doctrinas:
1 Timoteo 6:3–5
Si alguno enseña otra cosa, y no se conforma a las sanas palabras de nuestro Señor Jesucristo, y a la doctrina que es conforme a la piedad, 4 está envanecido, nada sabe, y delira acerca de cuestiones y contiendas de palabras, de las cuales nacen envidias, pleitos, blasfemias, malas sospechas, 5 disputas necias de hombres corruptos de entendimiento y privados de la verdad.
H. Resentimientos y amargura:
Hebreos 12:15
Cuídense de que nadie deje de alcanzar la gracia de Dios; de que ninguna raíz de amargura, brotando, cause dificultades y por ella muchos sean contaminados.
I. Ira y mal genio:
Proverbios 15:18
El hombre iracundo promueve contiendas.
Proverbios 29:22
El que es violento e impulsivo, provoca peleas y comete muchos errores.
J. Divulgar cosas que sabemos que no debemos:
Proverbios 17:9
El que encubre la falta busca la amistad; el que la divulga, aparta al amigo.
Proverbios 26:20
Sin leña se apaga el fuego: y donde no hay chismoso, cesa la contienda. (V. también Santiago 1:26.)
K. No ser capaz de dejar de discutir:
Proverbios 20:3
Honra es del hombre dejar la contienda; mas todo insensato se envolverá en ella.
Proverbios 17:14
El que inicia la discordia es como quien suelta las aguas, ¡abandona, pues, la contienda, antes que se complique!
6. A qué conduce la desunión
A. Impide el trabajo en equipo:
Amós 3:3
¿Andan dos hombres juntos si no se han puesto de acuerdo?
Hechos 15:36–40
Pablo le dijo a Bernabé: «Regresemos a todos los pueblos y ciudades donde hemos anunciado las buenas noticias, para ver cómo están los seguidores de Jesús». 37 Bernabé quería que Juan Marcos los acompañara. 38 Pero Pablo no estuvo de acuerdo. Hacía algún tiempo, Juan Marcos los había abandonado en la región de Panfilia, pues no quiso seguir trabajando con ellos. 39 Pablo y Bernabé no pudieron ponerse de acuerdo, y terminaron por separarse. Bernabé y Marcos tomaron un barco y se fueron a la isla de Chipre. 40 Pablo eligió a Silas como compañero.
B. Conduce a la ruina:
Mateo 12:25
Todo país dividido en bandos enemigos, se destruye a sí mismo; y una ciudad o una familia dividida en bandos, no puede mantenerse.
Marcos 3:24
Si los habitantes de un país se pelean entre sí, el país acaba por destruirse.
C. Crea divisiones que perduran:
Proverbios 18:19
Más se cierra el hermano ofendido que una ciudad amurallada.
D. Conduce al sectarismo y al culto a las personas:
1 Corintios 3:3,4
Siguen viviendo como la gente pecadora de este mundo. Tienen celos los unos de los otros, y se pelean entre sí. 4 Porque cuando uno dice: «Yo soy seguidor de Pablo», y otro contesta: «Yo soy seguidor de Apolo», están actuando como la gente de este mundo. ¿No se dan cuenta de que así se comportan los pecadores?
(V. también 1 Corintios 3:21–23; 11:17,18.)
E. Calumnias y rumores:
Proverbios 16:28
El chismoso aparta los mejores amigos.
2 Corintios 12:20
Temo que quizá cuando yo vaya, halle que no son lo que deseo, y yo sea hallado por ustedes que no soy lo que desean. Que quizá haya pleitos, celos, enojos, rivalidades, difamaciones, chismes, arrogancia, desórdenes.
F. Da lugar a toda clase de males:
Santiago 3:16
Donde hay envidias y rivalidades, hay también desorden y toda clase de maldad.
7. Qué hacer en caso de desunión
1 Tesalonicenses 5:14
Les exhortamos, hermanos, a que amonesten a los indisciplinados.
A. Primero procura resolver el asunto en privado:
Proverbios 25:9
Trata tu causa con tu compañero, y no descubras el secreto a otro.
Mateo 18:15
Si tu hermano te hace algo malo, habla con él a solas y hazle reconocer su falta. Si te hace caso, ya has ganado a tu hermano.
Lucas 17:4
Si siete veces al día peca contra ti, y siete veces al día vuelve a ti, diciendo: «Me arrepiento», perdónalo. (V. también Mateo 18:21,22.)
Gálatas 6:1
Si alguien es sorprendido en alguna falta, ustedes que son espirituales, restáurenlo en un espíritu de mansedumbre.
1 Pedro 4:8
El amor cubrirá multitud de pecados.
B. Si eso no resulta, pide ayuda a terceros:
Mateo 18:15–17
Si tu hermano te hace algo malo, habla con él a solas y hazle reconocer su falta. Si te hace caso, ya has ganado a tu hermano. 16 Si no te hace caso, llama a una o dos personas más, para que toda acusación se base en el testimonio de dos o tres testigos. 17 Si tampoco les hace caso a ellos, díselo a la comunidad; y si tampoco hace caso a la comunidad, entonces habrás de considerarlo como un pagano o como uno de esos que cobran impuestos para Roma.
C. Cuando surja una disputa dentro de la obra de Dios, los pastores pueden ayudar a resolverla:
Hechos 15:2
Pablo y Bernabé tuvieron una discusión y contienda no pequeña con ellos. Por eso se dispuso que Pablo, Bernabé y algunos otros de ellos subieran a Jerusalén, a los apóstoles y a los ancianos [superiores], para tratar esta cuestión.
Hechos 15:7,12
Después de mucho debate, Pedro se levantó y les [habló]. 12 Toda la multitud hizo silencio.
D. Pasar por alto cuestiones que no tengan importancia:
Romanos 14:2–6
Hay quienes piensan que pueden comer de todo, mientras otros, que son débiles en la fe, comen solamente verduras. 3 Pues bien, el que come de todo no debe menospreciar al que no come ciertas cosas; y el que no come ciertas cosas no debe criticar al que come de todo, pues Dios lo ha aceptado. 4 ¿Quién eres tú para criticar al servidor de otro? Si queda bien o queda mal, es asunto de su propio amo. Pero quedará bien, porque el Señor tiene poder para hacerlo quedar bien. 5 Otro caso: Hay quienes dan más importancia a un día que a otro, y hay quienes creen que todos los días son iguales. Cada uno debe estar convencido de lo que cree. 6 El que guarda cierto día, para honrar al Señor lo guarda. Y el que come de todo, para honrar al Señor lo come, y da gracias a Dios; y el que no come ciertas cosas, para honrar al Señor deja de comerlas, y también da gracias a Dios.
8. Conviene separarse de los que insisten en conducirse mal
Proverbios 22:10
Despedido el insolente, se va la discordia y se acaban los pleitos y las ofensas.
Romanos 16:17
Queridos hermanos, les ruego que se fijen en los que causan pleitos en la iglesia. […] Apártense de esa gente.
1 Corintios 5:11,13
Les escribí que no anduvieran en compañía de ninguno que, llamándose hermano, es una persona inmoral, o avaro, o idólatra, o difamador, o borracho, o estafador. Con esa persona, ni siquiera coman. 13 Expulsen al malvado de entre ustedes.
2 Tesalonicenses 3:6
Hermanos, les mandamos en el nombre de nuestro Señor Jesucristo, que se aparten de todo hermano que ande desordenadamente, y no según la doctrina que ustedes recibieron de nosotros.
2 Tesalonicenses 3:14,15
Si alguien no obedece nuestra enseñanza en esta carta, señalen al tal y no se asocien con él, para que se avergüence. 15 Sin embargo, no lo tengan por enemigo, sino amonéstenlo como a un hermano.
1 Timoteo 6:3,5
Si alguno enseña otra cosa, y no se conforma a las sanas palabras de nuestro Señor Jesucristo, y a la doctrina que es conforme a la piedad, 5 apártate de [él].
Tito 3:10
Al hombre que causa divisiones, después de una y otra amonestación, deséchalo.
(V. también Judas 12.)
9. Reintegración a la hermandad
Santiago 5:19,20
Si alguien de entre ustedes se extravía de la verdad y alguien le hace volver, 21 sepa que el que hace volver a un pecador del error de su camino salvará su alma de muerte, y cubrirá multitud de pecados.
(V. también Lucas 15:11–24 sobre el retorno del hijo pródigo.)
10. Cuando hay que refutar falsas doctrinas o reprobar faltas graves, puede ser inevitable entrar en discordia y en disputas
Judas 3
Les escribo para pedirles que luchen y defiendan la enseñanza que Dios ha dado para siempre a Su pueblo elegido.
Juan 7:43
La gente se dividió por causa de Jesús.
Hechos 15:1,2
Algunos que habían ido de Judea a Antioquía comenzaron a enseñar a los hermanos que no podían salvarse si no se sometían al rito de la circuncisión, conforme a la práctica establecida por Moisés. 2 Pablo y Bernabé tuvieron una fuerte discusión con ellos.
Gálatas 2:11–14
[Pablo escribió:] Cuando Cefas [Pedro] fue a la ciudad de Antioquía, lo reprendí en su propia cara, porque lo que estaba haciendo era condenable. 12 Pues primero comía con los no judíos, hasta que llegaron algunas personas de parte de Santiago; entonces comenzó a separarse, y dejó de comer con ellos, porque tenía miedo de los fanáticos de la circuncisión. 13 Y los otros creyentes judíos consintieron también con Pedro en su hipocresía, tanto que hasta Bernabé se dejó llevar por ellos. 14 Por eso, cuando vi que no se portaban conforme a la verdad del evangelio, le dije a Cefas delante de toda la comunidad: «Tú, que eres judío, has estado viviendo como si no lo fueras; ¿por qué, pues, quieres obligar a los no judíos a vivir como si lo fueran?»
1 Timoteo 5:20
A los que persisten en pecar, repréndelos delante de todos, para que los demás también teman.
2 Timoteo 2:25,26
[El siervo del Señor] debe reprender tiernamente a los que se oponen, por si acaso Dios les da el arrepentimiento que conduce al pleno conocimiento de la verdad, 26 y volviendo en sí, escapen del lazo del diablo, habiendo estado cautivos de él para hacer su voluntad.
Capítulos importantes sobre el tema de la unidad: Salmo 133; Juan 17; 1 Corintios 12; Efesios 4; Romanos 12.
Publicado en Tour temático de la Biblia: Vida cristiana
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